VALENCIA
SAYONARA
Esta instalación artística se entiende como un todo. El escenario formado por el humo, las cenizas, las ramas de cerezo y nuestro Lexus NX, protagonizan el relato que contamos a continuación.
Nuestro homenaje parte de la cultura japonesa y sus creencias respecto a la muerte.
En Japón la muerte es entendida como un paso a la nueva vida. La creencia dice que hay que morir en paz. Si cumples estos valores en vida, puedes lograr que tu alma se convierta en sorei: antepasado, que quedará para siempre en forma de espíritu ancestral.
Vamos a incorporar a nuestra despedida la tradición japonesa de incinerar a los difuntos, pues solo así se puede lograr que tanto alma como cuerpo logren pasar juntos a la nueva vida.
¡Tenemos que incinerar nuestro Lexus NX!
Con todo esto, nuestra intervención es la siguiente: Vamos a convertir el exterior del coche en una nueva piel elaborada de manera artesanal, donde se pueda ver y apreciar el trabajo manual que conlleva, transmitiendo valores de la marca. Se elabora mezclando tierra, ceniza y mortero obteniendo una pasta homogénea que según la fuerza manual que le imprimas, se consiguen luces o sombras.
Esta textura artesanal, simula el efecto del humo residual tras el momento de la incineración.
Para este momento los japoneses siempre buscan un templo, un entorno con un gran valor donde realizar este momento.
Es por eso que vamos a darle la despedida al NX en una ubicación muy especial, el museo de Arte de Teshima del arquitecto japonés Ryue Nishizawa.
Y lo que es más importante, este emblemático museo alberga una única obra de arte, que hoy es nuestro coche recibiendo su oda de despedida para convertirse en sorei, espíritu ancestral que perdurará para siempre en el tiempo.
Consulta aquí la obra completa
Web del Estudio: www.leco.es